También conocidos como licántropos, son seres humanos que se transforman en lobos, ya sea a próposito o involuntareamente, a causa de una maldición o un agente exterior. Su aparición en el cine originó varios aspectos de la leyenda que se diferencian del folclore tradicional, incluyendo la invulnerabilidad a armas que no son de plata, el contagio mediante heridas y la asociación con la luna llena.
Películas:
Nazareno Cruz y el lobo (1975), de Leonardo Favio
Aullidos (1981), de Joe Dante
Un hombre lobo americano en Londres (1981), de John Landis
En compañia de lobos (1984), de Neil Jordan
En compañia de lobos (1984), de Neil Jordan
Ginger snaps (2000), de John Fawcett