País: España
Título inglés: Cut throats nine
Director: Joaquín Luis Romero Marchent
Guión: Joaquín Luis Romero Marchent, Santiago Moncada
Reparto: Claudio Undari, Emma Cohen, Alberto Dalbés, Antonio Iranzo, Manuel Tejada, Ricardo Díaz, José Manuel Martín, Carlos Romero Marchent, Xan das Bolas, Mabel Karr
Fotografía: Luis Cuadrado
Música: Carmelo A. Bernaola
Temática: Weird Western, Gore
Duración: 90 minutos
Valoración:
Conde Alucard...al Infierno
Bruja blanca......al Infierno
Sinopsis: Un grupo de convictos asesinos es trasladado bajo la atenta mirada de un sargento y su hija, pero en realidad esto es sólo una excusa para transportar oro, el cual está camuflado en los grilletes de los presos. Cuando la diligencia se estrella, el sargento Brown obliga a los presos a comenzar el camino hacia Fort Bravo a pie y encadenados, aunque para ello tendrán que pasar por las montañas nevadas, con pocas provisiones y con el frío como principal enemigo. Y por si fuera poco, uno de los reclusos es el asesino de la mujer del propio sargento.
Galería de fotos:
Sargento Brown: A caminar que todavía faltan
años para inventar la transferencia bancaria!
Bastardos sin gloria: “La codicia de cada hombre
encadenada a la vida de sus enemigos” (cita)
Sin héroes pero con estereotipos: El bueno, el malo…
…y el feo. Pocos disparos pero mucha sangre.
Los muchachos de antes no usaban gomina.
Un western brutal y atípico, con armas y muertes propias del género slasher.
Plato principal: Spaghetti western con salsa filetto.
El director español aportó ingredientes gore al menú europeo
Pesimismo: cargando el peso de la tragedia.
Claustrofobia: se respira en todo el film, aún al aire libre.
Paranoia: los fantasmas de la mente pasan factura.
Supervivencia: la bella Emma Cohen rodeada
de montañas nevadas y asesinos violentos.
Merecida reputación: el film mas gore del Eurowestern.
Afiches:
Halloween se celebra en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samahain y la festividad cristiana del Día de todos los santos.
Se creía que en esta época, la línea que une este mundo con el de espíritus benévolos o malévolos se estrechaba, y esa noche convivían. Los ancestros familiares eran bienvenidos y homenajeados, mientras que los espíritus malignos eran ahuyentados, mediante el uso de fogatas, de máscaras y trajes, con los que se intentaba confundirlos para evitar ser dañados.
